Presidente Zelaya: Resolución de la ONU eleva dignidad del pueblo de Honduras

La resolución de condenar unánimemente este acto criminal, eleva los valores fundamentales de la humanidad como son el derecho a la vida, a la libertad, a la justicia, a la dignidad individual y colectiva; al igual que los derechos de participación ciudadana, señaló el mandatario de Honduras, este martes

(VTV)

"La resolución que Naciones Unidas en este momento acaba de aprobar por forma unánime con la votación de todos los países integrados a esta Magna Asamblea eleva fuertemente la dignidad del pueblo de Honduras y del mundo, así como los acuerdos sobre Derechos Humanos en el mundo".

Así comenzó el presidente de la República de Honduras, Manuel Zelaya, su intervención ante la Asamblea General de la ONU, este martes, a donde acudió a exponer la situación de su país luego del golpe de Estado militar perpetrado en su contra el pasado domingo, el cual ha sido condenado por todos los organismos internacionales que condenan la investidura del gobierno de facto de Roberto Micheletti.

Señaló que la resolución de condenar unánimemente ese acto "criminal", eleva los valores fundamentales de la humanidad como son el derecho a la vida, a la libertad, a la justicia, a la dignidad individual y colectiva; al igual que los derechos de participación ciudadana, "tan importantes para este nuevo siglo XXI en que los retos y condiciones se hacen cada vez más complejas, pero también tenemos más fuerza, más conciencia y más instrumentos para darle respuesta a los problemas y encontrar soluciones que cada vez son más globales".

"Esa resolución es histórica, es significativa y le da fuerza hasta el último ciudadano del mundo para pelear por esas grandes conquistas de la humanidad", puntualizó el mandatario centroamericano. Sostuvo que "habrá algunos que desprecien esas conquistas, que crean que el uso de la fuerza y de la violencia debe seguir existiendo sobre la paz y la concordia que predican las Naciones Unidas".

Señaló que las Naciones Unidas es un instrumento para defender la democracia y la libertad, "y mi aplauso hoy para esta organización, garantía de la democracia hoy en el mundo, a la cual me debo y reconozco".

Afirmó no tener la menor duda de que "siempre predicar por el bien común, siempre elevar nuestros mejores deseos a los principios que hemos mencionado, serán el norte de nuestros sistemas para procurar los objetivos de un mundo mejor, por el cual estamos todos comprometidos a luchar, en defensa de nosotros mismos, de nuestros hijos y de las futuras generaciones".

Durante su intervención, el mandatario centroamericano destacó que todas las organizaciones de América, iniciando por la Organización de Estados Americanos, las organización de los países del Caricom "países del Caribe, muchos de ellos amigos de Honduras", así como el grupo de Río, la Alba, bloques de países de Centroamérica y grupos de América del Sur, como Unasur, han condenado, rechazado y repudiado este atroz acontecimiento.

Señaló que Europa, encabezada por la Unión Europea ha dado a conocer "las mismas posiciones de vanguardia, frente a cualquier movimiento de agresión a la democracia y a la voluntad soberana del pueblo (...) atropello que se dio por un grosero cuerpo militar, que nada más que está obedeciendo líneas de élites que se oponen a los cambios y a la transformación, como siempre han habido en la historia del mundo".

"Luchar por las democracias no es un asunto de un país, ni de un pueblo. Cuando se defiende a un país y a un pueblo se está defendiendo a todos los países y a la humanidad entera", puntualizó y recordó que el mundo está agarrando conciencia de que no podemos utilizar la violencia para resolver problemas que se pueden resolver pacifica y jurídicamente.
El presidente hondureño refirió que en su país tiene varias acusaciones, "pero nadie me ha hecho un juicio, ni me han convocado a un tribunal a defenderme y no me han dicho el delito ni la falta y ningún juez ha presentado acusaciones".

Recordó que asumió el gobierno el 27 de enero de 2006, luego de unas elecciones el año anterior "muy difíciles, donde el margen de victoria estuvo entre el cuatro y cinco po ciento, donde yo era representante de la oposición al gobierno de turno, y al asumir la presidencia, empezamos una nueva etapa en el país, apegada a principios eminentemente democráticos, sociales, pacíficos y con un sólo símbolo: la participación ciudadana".