Hagámonos la pregunta: ¿qué está haciendo el imperialismo a nivel regional? Cualquiera precisa sus actividades a escala mundial y la guerra mediática que encabeza Globovisión, pero no se ve, a simple vista, el trabajo cauteloso del oposicionismo en Barinas, pues la bastedad mediática del imperio en televisoras e impresos nacionales distrae la atención que merece el avance conspirativo y especializado en el interior de las instituciones regionales.
Molotov ha sido un espacio de opinión crítica, confiable y consecuente con la Revolución. El tiempo nos dio la razón de manera contundente: nueve años estuvimos denunciando la traición que orquestaba Judas César y muchos nos cayeron a palo. Hemos criticado errores en la experimentación que implica construir el socialismo más, luego de ser cuestionados, los hechos nos premiaron con la verdad. Estos aciertos se logran a partir de una simple metodología trialéctica (como suele decir un buen amigo doctorado en Moscú): “dialéctica con una tangente cosmogónica”. Basta analizar si la praxis en determinado sistema es consecuente con la socialización de los medios de producción, con el poder creador del pueblo venezolano y el bien colectivo por encima del individualismo.
Es así como advertimos el despliegue conspirativo desatado en las regiones. En los llanos su objetivo central es el Modelo Productivo Socialista, por eso buscan conservar el feudalismo y la cadena mercantil alimentaria tradicional. Para este fin minan de falsos líderes campesinos la región; desde el patiquín diputado, que se hacía llamar “El Zapata barinés”, hasta el reciente impostor expulsado de un partido revolucionario y de dos instituciones del Estado por corrupción. Sus vándalos llegan armados y anarquizan las verdaderas luchas campesinas; parcelan los feudos, tiran alambre púa, esclavizan a viejos como cuidadores y luego venden la tierra liberada a los mismos oligarcas con diferente cachimbo.
Para la guerra mediática regional cuentan con las rotativas de CAP y Judas César. Lamentablemente el Partido de la Revolución aun hace cuantiosas inversiones en ésta última, quizá por lo cerca que la tienen. Como insumo mediático usan las contratistas de Judas y el “Patiquín Diputado” que se perdieron con los reales, dejando las obras sin concluir; así generan el descontento en muchas comunidades que, ahora, la prensa reseña hasta el cansancio. Afortunadamente el gobernador bolivariano de Barinas les dio en la cabeza y vetó de próximos contratos a la mafia constructora apátrida.
Desde el sector educativo, aprovechando una suerte de “vanguardia opositora” que sembró la “Ingeniera Sazonatodo”, en su paso sombrío por la secretaría de educación, la pandilla sindicalera que dirige el CEN de AD insiste en manipular a los Maestros de la Patria, negando los beneficios que la Revolución les ha traído y que hoy por hoy nos ubica como el país con mejores beneficios y mayor estabilidad laboral para los docentes en todo el continente americano.
La receta de guarimbas en el llano tiene su postre en la operación menuda y constante de quintas columnas encargadas de entorpecer el avance de la revolución desde diversos organismos, donde lucen su cara de “yo no fui”, mientras descalifican el gobierno bolivariano. Estas personas no responden a un “bozal de arepas”, como piensa el viejo estalinista; en verdad el goce de sus quincenas es un comodín ante los beneficios que les prometen las ONG ligadas a la CIA. De allí su complacencia con el oprobio, la cacería de brujas y el terrorismo laboral, mientras distraen la atención con pretextos burocráticos y aguardan el momento preciso de reventar la guarimba. Ante esos planes desestabilizadores debe imponerse la organización popular; los frentes socialistas campesinos, trabajadores, docentes, comunidades y estudiantes. <<Bienvenidos, entonces, todos los espacios de discusión crítica sobre nuestra experiencia socialista>>.
Molotov ha sido un espacio de opinión crítica, confiable y consecuente con la Revolución. El tiempo nos dio la razón de manera contundente: nueve años estuvimos denunciando la traición que orquestaba Judas César y muchos nos cayeron a palo. Hemos criticado errores en la experimentación que implica construir el socialismo más, luego de ser cuestionados, los hechos nos premiaron con la verdad. Estos aciertos se logran a partir de una simple metodología trialéctica (como suele decir un buen amigo doctorado en Moscú): “dialéctica con una tangente cosmogónica”. Basta analizar si la praxis en determinado sistema es consecuente con la socialización de los medios de producción, con el poder creador del pueblo venezolano y el bien colectivo por encima del individualismo.
Es así como advertimos el despliegue conspirativo desatado en las regiones. En los llanos su objetivo central es el Modelo Productivo Socialista, por eso buscan conservar el feudalismo y la cadena mercantil alimentaria tradicional. Para este fin minan de falsos líderes campesinos la región; desde el patiquín diputado, que se hacía llamar “El Zapata barinés”, hasta el reciente impostor expulsado de un partido revolucionario y de dos instituciones del Estado por corrupción. Sus vándalos llegan armados y anarquizan las verdaderas luchas campesinas; parcelan los feudos, tiran alambre púa, esclavizan a viejos como cuidadores y luego venden la tierra liberada a los mismos oligarcas con diferente cachimbo.
Para la guerra mediática regional cuentan con las rotativas de CAP y Judas César. Lamentablemente el Partido de la Revolución aun hace cuantiosas inversiones en ésta última, quizá por lo cerca que la tienen. Como insumo mediático usan las contratistas de Judas y el “Patiquín Diputado” que se perdieron con los reales, dejando las obras sin concluir; así generan el descontento en muchas comunidades que, ahora, la prensa reseña hasta el cansancio. Afortunadamente el gobernador bolivariano de Barinas les dio en la cabeza y vetó de próximos contratos a la mafia constructora apátrida.
Desde el sector educativo, aprovechando una suerte de “vanguardia opositora” que sembró la “Ingeniera Sazonatodo”, en su paso sombrío por la secretaría de educación, la pandilla sindicalera que dirige el CEN de AD insiste en manipular a los Maestros de la Patria, negando los beneficios que la Revolución les ha traído y que hoy por hoy nos ubica como el país con mejores beneficios y mayor estabilidad laboral para los docentes en todo el continente americano.
La receta de guarimbas en el llano tiene su postre en la operación menuda y constante de quintas columnas encargadas de entorpecer el avance de la revolución desde diversos organismos, donde lucen su cara de “yo no fui”, mientras descalifican el gobierno bolivariano. Estas personas no responden a un “bozal de arepas”, como piensa el viejo estalinista; en verdad el goce de sus quincenas es un comodín ante los beneficios que les prometen las ONG ligadas a la CIA. De allí su complacencia con el oprobio, la cacería de brujas y el terrorismo laboral, mientras distraen la atención con pretextos burocráticos y aguardan el momento preciso de reventar la guarimba. Ante esos planes desestabilizadores debe imponerse la organización popular; los frentes socialistas campesinos, trabajadores, docentes, comunidades y estudiantes. <<Bienvenidos, entonces, todos los espacios de discusión crítica sobre nuestra experiencia socialista>>.
Escrito por Juaquin Rondon
Moderador de Molotov
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