viernes, 5 de junio de 2009

Maestros del Desastre

Esta semana la pandilla mafiosa de los sindicatos ADecopeyanos lanzaron sus acostumbradas amenazas contra los derechos educativos de nuestros niños y niñas. Aunque las intimidaciones de Fenatev, Sinditeba y Fetramagisterio no pasan de ser cajas sonoras en la prensa escrita y una descarga de frustraciones ADecopeyanas, algunos incautos todavía creen que estos astronautas representan a los verdaderos maestros republicanos, cuando el único oficio de estos “sindicaleros” es conspirar, vender la patria y malbaratar los aportes de sus agremiados.

Venegas, Torres y España, nunca han sido maestros, al menos no en el significado patriótico que expresó Prieto Figueroa. El resentimiento de haber perdido las jugosas instancias de poder que les prometía el puntofijismo, los congeló en el pasado y les ha envejecido espiritualmente, al punto de reducirse a espectros que destilan un odio constante; odio que les impide reconocer el honroso nivel de vida que la Revolución le ha traído a los maestros de la patria.

Si revisamos la forma cómo estos tristes personajes llegaron a sus cargos ya es bastante comparación; mientras el “carguito” de maestro - como le llamaban los ADecos - se lo ganaban por adular al partido de gobierno, hoy día la Revolución ingresa numerosas cohortes de profesionales quienes, a muy corta edad, ya cuentan con maestrías y alcanzan su titularidad por méritos laborales, científicos y comunitarios, en un proceso de ingreso muy distinto a las amañadas y corruptas “Juntas Calificadoras”.

Para tener una idea de la falsedad de estos sindicalistas, recordemos cómo el señor Venegas se ausentaba de sus labores en la escuela “Reinoso Núñez” donde lo ubicó el gordo Artahona. En esa institución obstruía los derechos educativos de niños y niñas deteriorando o afectando, intencionalmente, la infraestructura escolar con el fin de matraquear al gobierno adeco. Por su parte los Adecos hacían lo mismo cuando llegaba al palacio del Marqués un Copeyano. Así forjaron su desgraciado espíritu, en el servilismo lacayo sin el menor respeto por la ética docente.

Ahora sus frustraciones les hacen titubear en la prensa: dicen preparar un atentado contra los derechos de los niños y niñas por el aumento que decretó el Presidente a favor de los docentes. ¿Quién los entiende? Será que ahora van a exigir que les rebajen el sueldo? Jamás en la historia los educadores fueron tan bien remunerados y, aunque merecen mucho más, es notoria la calidad de vida que les ha proporcionado la Revolución; casas dignas, salario justo, vehículos, formación de cuarto nivel, seguridad laboral y respeto a su trabajo como nunca lo tuvieron durante los nefastos gobiernos ADecopeyanos.

No se puede esperar peras de estos hornos: Venegas, España y Torres no son docentes, son Maestros del Desastre; aparte de disfrutar de sus asistentes como Nereidas Atlántidas, de no aportarle nada al sistema educativo bolivariano, sus verdaderas ocupaciones son el mercado inmobiliario, las finanzas y la construcción. La mayoría de ellos conducen firmas mercantiles y empresas de jugosas ganancias, gracias al uso discrecional de los aportes sindicales, por ello el tema educativo les tiene sin cuidado; están, si, muy pendientes de mover el grueso chocolate de sus negocios.

Cuando salen a desatar su odio en la prensa, como ocurre esta semana, es porque tienen en puertas un BONO: sus jefes inmediatos: Traki Traki y el Tigre, les asignan una tarea conspirativa muy bien remunerada. <<>> Simón Rodríguez (1840).
Escrito por Juaquin Rondon
Moderador de Molotov

No hay comentarios:

Visitas

revolucionari@ y socialismo se practica con el pueblo, no se practica hablando www.molotovalaire.blogspot.com

Escucha el Canal 8 VTV

Contactanos