El efecto dominó esta cada vez más caliente, pica y se extiende desde Norteamérica hasta Europa, e incluso la gran Asia no se salva de esta catástrofe. El Dólar, ya no es la “moneda fuerte” de antes, los chinos y los rusos proponen para la reunión del G-20, una nueva moneda monetaria a nivel internacional que no dependa de ningún país.
Pero Estados Unidos, rechaza la propuesta asegurando que su moneda, está hoy en día, más “solvente” a pesar de la crisis económica-capitalista que los azota, pareciera que no quisiesen olvidarse o dejar el status quo; además, EEUU posee el más del 50% de las empresas transnacionales del globo y unas de sus artimañas maliciosas es especular con el precio del petróleo, y al mismo tiempo manejar la economía mundial del comercio, es la típica dominación imperial que se desata ha nivel de los grandes fondos, en las llamadas guerras de las ganancias.
No obstante, China ocupa un puesto “favorable” en sus inversiones económicas, es el primer proveedor de préstamos de la economía estadounidense, es decir, que ha desplazado a Japón en esta materia a través del tiempo. China ha aprendido “fortalecer” su economía a nivel nacional, pero esto, no basta para tener una buena influencia en el montículo mundial, recordemos que los chinos no tienen un dominio de poder bélico o político, afuera de sus fronteras. Mientras Europa, aspira con las nuevas “alzas” de las bolsas de Nueva York, para fortalecer su sistema financiero, por otro lado, muchos políticos estadounidenses “serios” tales como: Zbigniew Brzezinski (apóstol anticomunista), pregonan ciertas hipótesis sobre este escenario, dice: que si este problema no se resuelve por la vía más justa, pudiera estallar un “Conflicto Social” ya sea en Norteamérica o Europa. No sabemos si esto pudiera suceder, pero si fuese así, sería el derrumbe “total” del ceno capitalista-imperial y además surgiría otra brecha de guerra mundial. Por otra parte, América Latina tiene una gran responsabilidad en sus hombros de crear el Banco del Sur con su respectiva moneda (SUCRE), los países revolucionarios como: Bolivia, Venezuela, Ecuador, Cuba y Nicaragua, tienen por obligación revolucionaria, crear la ruptura del régimen capital y financiero que persisten en los tratados bilaterales y de integración regional; también en los organismos como: UNASUR y MERCOSUR o con los países emergentes de Ibero América: Brasil, Argentina y México.
Escrito por Omar Soto
Estudiante de Comunicacion Social de la UBV - Barinas
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